miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Eres realmente católico?

Un pequeño test:

1. ¿Quiero ser Santo?

2. ¿Voy a misa por obligación todos los domingos?

3. ¿Voy a permitir que mis hijos elijan libremente su religión, no quiero influenciarlos?

4. ¿Creo que la veneración a la Virgen es algo secundario y algo pasado de moda?

Si a la primera pregunta respondiste no, o las siguientes si es que no eres católico; así de fuerte, así de simple. Nuestro señor es un Dios radical e intenso, no le gustan las medias tintas, (porque no eres ni frio ni caliente te vomito de mi boca; si no estás conmigo estás contra mí), Es todo misericordia y amor pero es valiente y decidido, y no pide a nosotros eso mismo, ser valientes, enfrentar al mundo; si, parafraseando a un grupo musical, nunca quedas mal con nadie es que no has tomado la cruz de Cristo y no eres un católico de verdad.

¿Quiero ser santo?

Es una pregunta seria, ¿Realmente quiero ser Santo? En otras palabras, ¿quiero entrar al paraíso, por la puerta ancha? Nuestro Señor murió para que todos seamos santos, pero exige una respuesta de nuestra parte, todos aquellos que nos precedieron y que veneramos como Santos, tomaron la opción, la mayor parte de ellos movidos por el amor a este Varón de dolores. La Santidad es una opción que uno puede aceptar o rechazar, si bien la gracia gratuita de Dios se manifestó en estos grandes santos ellos la pidieron y la recibieron conscientemente, muchas veces en contra de familias, amigos, poderes etc. Para ser Santo no hay que merecerlo ni hay que ser predestinado, todos fuimos elegidos, la Sangre de Cristo se derramó por todos, y está en nosotros aceptar el plan salvífico. Si soy católico es porque ¡Si!, quiero ser santo, (similar es que si entré a la universidad es porque quería ser profesional y puse mis esfuerzos en esta meta), si no quiero ser santo estoy mintiéndome a mí mismo yendo a la iglesia.

¿Voy a misa por obligación?

Debo reconocer que esta es una pregunta capciosa, buscaba un Sí…. Sí, es mi obligación ir a misa todos los domingos; si yo le preguntara a un enamorado ¿es tu obligación ir a ver a tu novia? diría no, es mi necesidad; lo mismo un alma enamorada de Cristo, mi alma tiene sed de ti… no es obligación ir a misa, es el centro de mi vida, para eso me preparo en la semana y la misa me envía a vivir la semana para Cristo. La eucaristía es el motor de la vida de un católico de verdad, si voy por obligación quiere decir que estoy recién partiendo, y me falta profundizar en el principal mandamiento… Ama a Dios sobre todas las cosas.

¿Voy a permitir que mis hijos elijan libremente su religión, no quiero influenciarlos?

Esta es una pregunta que nos enfrenta a la cultura predominante actual, lo políticamente correcto, en esta sociedad de “libertades”, es permitir que cada uno elija su camino, en esta sociedad de relativismo es que si las creencias de cada uno no interfieren con el otro da lo mismo ser creyente o no; ser católico, ateo, evangélico o testigo de Jehová es indiferente si soy una “buena persona”. En cambio si yo soy un convencido de que Cristo es el camino, la verdad y la vida voy a tratar de ganar las mayor cantidad de almas para Cristo, porque es mi deber de caridad; si estoy realmente convencido de que el camino de la salvación es lo mejor que me puede haber pasado voy a luchar porque mis hijos lo elijan, es por demás lo que prometimos al momento de bautizarlos. Esa opción de decir “yo soy creyente pero no bautizo a mis niños para que ellos elijan su camino” ¿no significará que mis creencias no son tales y es solo un continuar con tradiciones que no me han calado y que no son más que ceremonias sin sentido que tranquilizan mi conciencia?

¿Creo que la veneración a la Virgen es algo secundario y algo pasado de moda?

No se puede ser Católico si no se ama a María, ella es el camino más directo a Cristo, ciertamente somos cristianos como gran denominación, pero si amo a Cristo y no a su madre no puedo decirme católico. María es la mayor de las creaturas de nuestro Señor, ella con su sí valeroso y decidido nos regaló a Jesús y ese solo hecho bastaría para amarla y agradecerle de todo corazón. Pero por otro lado los católicos creemos en la comunión de los Santos, y tenemos una gran admiración de aquellos que ya están en presencia del Señor y que son capaces de interceder por nuestra Salvación, con cuánta más razón y fuerza puede interceder por nosotros la madre terrenal de nuestro salvador. El culto de veneración a María es cristocéntrico, su maternidad es su fuerza y ella media las gracias que su hijo concede, es el camino más seguro a Jesús, el redentor, y sus ultimas palabras en el evangelio revelan cual es su mensaje “hagan lo que Él les diga”

Al señor Jesucristo todo honor y gloria.

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