martes, 28 de agosto de 2007

La doble relación de Jesús y el médico


Actualmente me encuentro finalizando un curso a distancia de acompañamiento espiritual. Durante este curso he logrado comprender y dimensionar la gran dimensión espiritual de mi trabajo clínico, y parte de este descubrir es ver que en el actuar médico uno toma una relación múltiple con nuestro Señor.

Cómo médico y católico sabia de la unión íntima del enfermo con Jesús, (aunque me costaba practicarla, sobre todo en un tiempo en que estuve alejado de la oración y de la Iglesia), esa es la relación más obvia y es la que se nos recuerda en los Evangelios en numerosos pasajes, ("lo que hiciste con tu hermano enfermo a mí me lo hiciste"), Jesús se hace uno con el sufriente, en particular con el enfermo; A mí me fue muy evidente el día de San Juan Bautista, cuando pensaba, "que envidia, bautizar al Señor, este si que es Santo" y caí en cuenta de que yo al bautizar a los pequeños inmaculados y sufrientes que veo en mi trabajo en turno he bautizado innumerables veces a Jesús. Uno como doctor cura nada menos que a Jesús en cada uno de lo pacientes que ve a diario.

Sin embargo existen otras dimensiones algo más veladas pero no por eso menos importantes, uno como médico tiene una dimensión simbólica, uno es símbolo de Jesús, más aún mis éxitos y mis fracasos la familia de mis pacientes, en el fondo de su corazón, se las va a agradecer o se los van a recriminar a Dios, a él van a recriminar si la cosa anda mal y a Él van a agradecer si el paciente logra alivio de su sufrir, entonces uno en cierto modo es imagen de Cristo, el sanador por excelencia, es una gran responsabilidad que obliga a dar no el 100 sino el 200% por el bien de los pacientes. Aunque suene fuerte, si hago bien mi trabajo, yo me hago uno con el Señor y los pacientes se acordaran de uno (o del equipo) por un tiempo pero agradecerán a Dios toda la vida.

Entonces Jesús está a ambos lados de la relación médico paciente, es Jesús el que sufre y es Jesús el que sana, a Él curamos y por el Él sanamos, Él me eligió para cuidar de esos pequeños Jesusitos sufrientes, a Él la gloria y el honor por los siglos de los siglos.

1 comentario:

Christian Gautier Vallette dijo...

Estimado Juan:

Muy clara la presentación.
No me queda otra cosa que, unirme a la misma plegaria : A él la gloria y el honor por los siglos de los siglos.

Junto a ello, reitero mi compromiso de orar por todos aquellos profesionales y técnicos vinculados a al ámbito de la medicina que, conjugan su labor con la espiritualidad cristiana.

Que el Señor nos acompañe.

Christian Gautier Vallette

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